La cervicalgia crónica se describe médicamente como aquel dolor localizado en la zona del cuello, que incluye vértebras y nuca y que se mantiene en el tiempo. Este dolor puede ser continuo o aparecer en diferentes momentos del día y se puede irradiar hacia otras zonas del cuerpo.
En este post vamos a analizar si es posible obtener una incapacidad laboral por cervicalgia crónica.
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Contacte con nosotros¿Cuáles son los síntomas de la cervicalgia crónica que afectan a la capacidad laboral?
La cervicalgia crónica es una de las causas más comunes de expedición de incapacidades laborales en España. Algunos de los principales síntomas que afectan a las capacidades de los trabajadores son:
- Dolores agudos en el cuello, hombros, región dorsal y cabeza.
- Vértigos.
- Insomnio.
- Limitación de la movilidad y fuerza muscular.
- Pérdida de energía.
- Dificultades para la concentración.
- Alteración en el control neuromuscular de la musculatura que tiende a la mayor tensión.
- Alteraciones visuales.
- Miedo al movimiento.
El profesional médico es quien podrá, mediante una revisión, determinar el grado de cervicalgia sufrido.
¿Se puede conseguir el reconocimiento de una incapacidad laboral permanente por cervicalgia crónica?
La normativa prevé diferentes grados de incapacidad laboral permanente posibles por cervicalgia según el grado de afección:
- Si la disminución en la capacidad para el desempeño laboral es igual o superior al 33% se puede obtener un grado de incapacidad permanente parcial. El trabajador ve reducido su rendimiento laboral en las tareas habituales de su profesión habitual en ese rango porcentual, considerándose compatible con seguir ejerciendo dicha actividad.
- Cuando el trabajador se encuentra incapacitado laboralmente para realizar las tareas de su profesión habitual, aunque sí pueda ejecutar otras, podrá obtener una incapacidad permanente total. Es posible que otro tipo de trabajos sean compatibles con esta incapacidad.
- Por último, aunque en el caso de la cervicalgia crónica es muy poco frecuente, si los efectos de la enfermedad, las dolencias o las patologías padecidas imposibilitan al trabajador de realizar cualquier tipo de trabajo, conseguirá la incapacidad permanente absoluta.
Cada caso debe ser analizado de manera específica atendiendo a sus particularidades. El informe médico será uno de los elementos más importantes para justificar la incapacidad laboral. En este documento se determina por el profesional sanitario el grado de afección padecido.
Con el diagnóstico hay que observar las limitaciones que la cervicalgia provoca en el afectado. No todos los pacientes padecen los mismos síntomas, ni tienen las mismas limitaciones o secuelas, por lo que se debe demostrar en qué perjudica a cada uno en sus tareas habituales y hasta en su rutina personal.
El siguiente paso es evaluar cuáles son las exigencias tanto físicas como psíquicas del trabajo que realiza el solicitante. En esta valoración se intenta contrastar los requerimientos con las posibilidades reales del trabajador con cervicalgia crónica y con sus síntomas particulares.
Una vez analizados todos estos elementos es posible definir la viabilidad del caso.
¿Cómo se solicita una incapacidad permanente por cervicalgia crónica?
Como en todo proceso, lo más recomendable es que el primer paso sea consultar con un abogado especializado para que pueda analizar la viabilidad del caso. Con toda la documentación médica, más la asesoría legal y la colaboración de peritos sanitarios, se inicia el proceso.
La solicitud comienza con el ingreso de la misma ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), quien está obligado a abrir expediente y citar al solicitante ante el Tribunal Médico competente para su revisión.
Tras ello, el INSS emitirá una resolución que puede ser:
- Estimatoria, reconociendo uno u otro grado de incapacidad permanente.
- Denegatoria, entendiendo que el solicitante no merita derecho a ningún grado de incapacidad permanente.
El trabajador afectado, si no está de acuerdo con la resolución, podrá interponer una reclamación previa ante el mismo ente (el INSS, que también será quien resuelva la misma). Esta resolución pone fin a la vía administrativa.
Si la resolución es nuevamente negativa, la siguiente instancia a la que se puede acudir es la judicial, interponiendo la demanda correspondiente ante el juzgado de lo social competente que acabará dictando sentencia tras la celebración del debido proceso judicial.
Conclusión y recomendaciones finales
La cervicalgia crónica es una causa de incapacidad laboral de las más frecuentes en la actualidad. Los dolores lumbares y los síntomas asociados como vértigos, limitaciones de la movilidad, hormigueos, dificultades para la concentración y demás, incapacitan a los trabajadores en la realización de sus tareas profesionales.
El trabajador deberá recabar la documentación médica que avale el grado de limitación producido por la cervicalgia. Así mismo, es necesario vincular estos datos con el tipo de tarea tiene en su trabajo. El grado determinado será una clave para establecer el tipo de incapacidad que corresponde y, por ende, la pensión a recibir.
Si se padece de cervicalgia y las tareas se ven limitadas o impedidas, lo mejor es consultar con un abogado especializado. Después de una valoración personalizada, el profesional podrá asesorar en las mejores decisiones para hacer valer sus intereses y derechos.