Incapacidad permanente por Artrosis

La artrosis es una enfermedad que afecta a cualquiera de las articulaciones. Se trata de una patología que afecta a las articulaciones sinoviales y tiene como principales características el deterioro de los cartílagos de forma progresiva y la aparición de cambios óseos que son degenerativos.

La incapacidad permanente por artrosis reúne las limitaciones que esta enfermedad produce en manos, muñecas, cadera, codos, tobillos, columna vertebral, etc. Se debe estudiar la invalidez conforme a la dolencia en particular y el grado de afectación que ésta produce a quien la padece.

Se evalúa la movilidad actual y se acredita que la persona ha realizado tratamientos y ha tomado la medicación adecuada y que, aún así, no ha tenido una mejora.

Estudiado el alcance y tipo de lesiones padecidas podemos concluir que la artrosis es una enfermedad por la cual se puede acceder a una incapacidad permanente.

Etapas de la artrosis

En la práctica, se consideran varias etapas de desarrollo de la artrosis:

• En una primera etapa no hay síntomas visibles. Se considera una etapa donde el cartílago sufre alteraciones metabólicas. Estas alteraciones iniciales son la base de la posterior degeneración.
• En la segunda etapa aparecen los síntomas. Si el dolor es constante en una articulación es posible que se haya llegado a esta fase.

El desenlace de la artrosis

Lo que en un primer momento es una enfermedad silente o silenciosa puede culminar con un final desastroso. Este final implica que la articulación ya no puede cumplir con su función normal. El cartílago se debilita hasta no poder soportar las fuerzas y el peso.

Las causas de la artrosis

Existen varias causas en el desencadenamiento de los síntomas de la artrosis reuniendo un grupo de mecanismos etiopatogénicos y estos pueden estar relacionados o no.

Los factores pueden ser de naturaleza genética o surgir después con el mal uso, constante, repetido y forzado, de determinadas articulaciones.

Tipos de incapacidad que provoca la artrosis

Incapacidad Permanente Total (IPT)

En el caso de que la artrosis impida que un trabajador pueda desarrollar sus tareas habituales en el trabajo, dependiendo de si son tareas más o menos físicas en el uso de sus articulaciones, puede ser tributario de este grado de Incapacidad Permanente Total.

Lo primero que se debe hacer es valorar el grado de afectación que genera la artrosis. Existen dos factores a evaluar que son las tareas que se realicen en el trabajo y qué afectación tiene la enfermedad en el desarrollo de esas actividades laborales.

Todo dependerá en este momento de la relación de la parte afectada con las tareas a desarrollar: las funciones habituales, la evolución de la enfermedad y la localización de la articulación afectada tendrán que ser estudiados.

Incapacidad Permanente Absoluta (IPA)

Este grado de incapacidad laboral impide directamente al trabajador y/o solicitante desarrollar cualquier tipo de trabajo. Es decir, no puede desarrollar ni sus tareas habituales ni cualquier otro trabajo. Se da en casos donde la artrosis tiene una gran afectación en la persona y/o afecta múltiples zonas del cuerpo.

La Incapacidad Permanente Absoluta se puede determinar, entre otros casos, cuando la persona afectada no puede realizar caminando una distancia determinada, que suele ser de unos cincuenta-cien metros y cuando se dan problemas de bipedestación (poder mantenerse de pie) y sedestación (sentado). Se suele conceder en los casos de artrosis de cadera, de columna, de pies o de tobillos.

En el caso de que la afectación se produjera en las manos o en las muñecas es posible acceder a este grado de invalidez cuando se produjera una amputación doble o si hubiera una lesión muy severa.

Cuando la parte afectada es la cadera se evaluará la gravedad y si es una artrosis con afectación en ambas caderas, viendo la limitación en la deambulación y/o bipedestación y sedestación del afectado.

En lo referido a la artrosis de columna se evaluará la gravedad, aún con prótesis, cuando la persona no pueda permanecer en posturas determinadas por un periodo de tiempo prolongado.

En las artrosis de rodilla, debe verse afectada la marcha, incluso con muletas o soportes para deambular y/o la bipedestación (sin marcha).

Evolución en la concesión de este tipo de prestaciones por artrosis

En cualquier proceso de solicitud de una Incapacidad Permanente se requiere de un equipo especializado que ayude a tramitarla.

Hoy en día existen multitud de casos en los que, aunque se vea y sea obvia la gravedad del paciente, la pensión es denegada. Se estima que se reconocen -solamente- un 30% de las incapacidades que llegan a los tribunales médicos.

Por eso es necesario tener preparado con un equipo jurídico especializado en la materia el procedimiento y las posibles vicisitudes y contingencias durante el mismo ya que, en muchos casos, será necesario acabar acudiendo a los Tribunales de Justicia al obtener una denegación de la pensión por parte de la Seguridad Social.

Una de las causas de este bajo porcentaje puede deberse a que la exploración del tribunal médico en algunas ocasiones es superficial y realizada por profesionales o facultativos que no son especialistas en la materia objeto de revisión, no resultando suficiente para evaluar el estado real del paciente y el grado de incapacidad que las dolencias generan en éste.

Un informe médico pericial externo puede convertirse en un elemento clave para reclamar. En este documento se relaciona la incapacidad de cada sujeto en particular y puede ser la prueba perfecta para acompañar junto con la demanda en vía judicial o para presentar el día de la Vista Oral (Juicio), junto con la declaración jurada del perito firmante, ante el Tribunal competente.

Si se analiza cada caso en particular y cada trabajo con las tareas a realizar, junto a todos los informes que puedan reunirse, la posibilidad de lograr un reconocimiento por incapacidad permanente se verá aumentada, incluso pudiendo llegarse al caso de ser tributario de una Gran Invalidez por artrosis generalizada.