Incapacidad laboral por depresión mayor

Incapacidad laboral por depresión mayor

La depresión es una enfermedad mental que puede ser causa de incapacidad laboral según el grado de afectación que ésta cause. Existen diferentes causas y tipos de depresión que inciden en la valoración para poder solicitar una incapacidad laboral.

La valoración estará enfocada en los síntomas y las circunstancias personales, es decir, el grado de afectación que la misma cause a cada persona que la padezca. El trastorno depresivo mayor en una persona se puede manifestar por alteraciones en sus comportamientos o somatizaciones.

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¿Qué es una depresión mayor?

La depresión mayor está clasificada dentro de las enfermedades mentales. Se trata de un trastorno que afecta al estado anímico de los pacientes dentro de rangos definidos de: grado de alteración, tiempo de duración y persistencia.

Estas valoraciones son las que se utilizan para justificar la incapacidad laboral y cobrar una compensación económica por esta.

Síntomas de una depresión mayor

Una persona puede padecer muchos y muy distintos síntomas, tales como tristeza, ansiedad, decaimiento, irritabilidad, etc. Pero no siempre estos síntomas indican que se padece una depresión mayor.

Los profesionales de la salud mental coinciden en que deben concurrir varios de estos síntomas para estar ante este grado de la enfermedad:

  • La persistencia durante la mayor parte del día de un estado anímico depresivo.
  • El desinterés por cualquier tipo de interrelación personal o actividad durante una gran parte del día.
  • Sensación de fatiga.
  • Alteraciones en los hábitos alimenticios que pueden provocar aumento o disminución exagerada del peso.
  • Trastornos del sueño.
  • Dificultad para realizar tareas cognitivas por falta de concentración/atención que afectan la toma de decisiones.
  • Agitación o lentitud en las acciones en las que interviene la psicomotricidad.
  • Pensamientos suicidas recurrentes.

Cuando al menos cinco de estos síntomas se presentan durante un periodo de dos semanas consecutivas, es posible diagnosticar una depresión mayor.

Este es el grado de la enfermedad que motiva una incapacidad laboral y es muy frecuente que se instale en la persona que la padece como una enfermedad crónica.

Proceso para la incapacidad laboral por depresión mayor

En primer lugar, se puede (y es aconsejable) solicitar una baja laboral. Si se concede, se entiende que estamos en proceso de incapacidad temporal (IT) y ésta se obtiene por:

  • Médico de cabecera.
  • La Mutua empresarial.

En este caso es de vital importancia entender que, pese a solicitar una baja laboral y que ésta sea concedida, se debe solicitar cuanto antes la incapacidad laboral permanente ya que ambos procesos son independientes -administrativamente hablando- el uno del otro y el solicitante puede encontrarse con que ha agotado el sistema prestacional inherente a la IT, prórrogas de la misma y posible desempleo.

El informe psicológico pericial

Uno de los documentos más importantes para acreditar la depresión mayor es el informe psicológico pericial.

El profesional en cuestión (psicólogo) debe dejar claramente especificada la enfermedad, así como también la relación con las funciones que desempeña el trabajador. Es decir, que se debe manifestar el impedimento para la realización del trabajo habitual o de cualquier actividad laboral, si es el caso.

El informe psicológico pericial será considerado como prueba por un Tribunal por lo que es fundamental que establezca:

  • Grado de depresión mayor.
  • Limitaciones funcionales que genera.
  • Cronicidad de la depresión por falta de respuesta a los tratamientos.
  • Riesgos que implica.

El Tribunal Médico

La valoración para la incapacidad permanente es competencia del Tribunal Médico. Es muy importante en este momento entregar toda la documentación e informes psicológicos y periciales para apoyar la decisión.

El Tribunal Médico, integrado por diferentes facultativos, elaborará su propio informe para determinar la capacidad de la persona para sus funciones según el grado de depresión.

En base a los resultados el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI o CEI) determinará la incapacidad laboral en su grado correspondiente.

Plazos

Un trabajador puede estar, según la normativa vigente, en baja laboral por un periodo máximo de 12 meses. Hay una posibilidad de prorrogar esta incapacidad temporal por 6 meses más.

Grados de la incapacidad permanente por depresión

El EVI (o CEI) tiene un rango de cinco grados para determinar la incapacidad por depresión, como las que derivan de otras causas.

  • Clase 1 (0% de discapacidad), por lo que se valoran síntomas aislados que no afectan a las funciones de la persona.
  • Clase 2 (1 a 24% de discapacidad). Se clasifica como leve, el trabajador puede cumplir sus tareas excepto en los momentos de estrés donde debe complementar con reposo y tratamiento.
  • Clase 3 (25 al 59% de discapacidad): la actividad sufre una restricción moderada por parte del trabajador.
  • Clase 4 (60 al 74% de discapacidad): la capacidad laboral sufre restricciones marcadas.
  • Clase 5 (75% o más), es un grado grave, lo que se traduce como incapacidad invalidante.

Revisión de incapacidad por depresión

Una vez otorgada la incapacidad por depresión, el trabajador puede ser citado a revisiones periódicas para nuevas valoraciones. La razón de estas revisiones es la de verificar si hubo alguna mejoría en la salud del afectado o no. Según el resultado es posible que:

  1. Se observe una recuperación, por lo que podría disminuir su grado de incapacidad.
  2. El estado de la salud mental se mantiene igual o se ha agravado, hasta el punto de determinar un grado de incapacidad permanente superior al previamente reconocido.

En el caso de los pacientes que por sus propios medios detecten nuevos síntomas o una mayor gravedad en su depresión, tienen el derecho de solicitar la revisión.

Conclusión

La incapacidad por depresión mayor genera el derecho a una prestación económica para quien la padece. Es un procedimiento que requiere de asesoramiento legal profesional y especializado por la dificultad para justificar el grado de incapacidad.

Uno de los elementos probatorios más eficaces es el informe psicológico pericial, que se presenta ante el Tribunal Médico.

El EVI o CEI determinará el grado según los rangos establecidos en la ley. Asimismo, se podrán realizar las revisiones correspondientes para conocer la evolución de la enfermedad con los tratamientos.

Si se padece síntomas como desgana, fatiga, trastornos alimenticios o del sueño, alteraciones de la conducta y anímicos… lo mejor es la consulta con un especialista de la salud mental y con un abogado experto en la materia.

Hay que recordar que el cobro de incapacidad por depresión es un derecho de todo trabajador.

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