En ocasiones, cuando un trabajador ha sufrido un accidente de trabajo y, pasado el tiempo, no se recupera, la incapacidad temporal inicial puede derivar en una incapacidad permanente que, en función del grado en que invalide a la persona para desempeñar un trabajo, podrá ser parcial, total, absoluta o de gran invalidez.
A continuación se detallan las circunstancias que caracterizan a uno de esos tipos: la incapacidad permanente total.